
Conclusiones del V Encuentros Social de Bellavista
07.09.2014 23:44El Diálogo con el Mundo:
Conclusiones del V Encuentros Social de Bellavista
El dialogo con el mundo se ha convertido poco a poco en uno de los paradigmas centrales de la Iglesia de las nuevas playas. En pleno Chile del Siglo XXI varios signos relevantes apuntan con fuerza en este sentido, entre ellos, la rápida disminución de ciudadanos que se reconocen formalmente como católicos o cristianos; el consiguiente aumento de aquellos que se declaran ateos, agnósticos o simplemente sin religión; y finalmente, el fervoroso llamado del Papa Francisco a salir de nuestras trincheras y privilegiar el diálogo, como el gran instrumento pastoral para enfrentar el desafío de construir otra realidad junto con aquellos hermanos que no creen o sienten lo que nosotros creemos o sentimos.
El día 23 de Agosto recién pasado, se efectuó en Bellavista el V Encuentro Social, con una temática central: “Francisco y el diálogo con el mundo: ¿En que creen los que no creen?” y la convocatoria al intercambio de ideas, debate y aprendizaje común, a partir de nuestra experiencia concreta de dialogo en la vida misma, en el mundo laboral, educacional, cultural etc. En un escenario de creciente diversidad en todos los planos, el mensaje evangélico requiere también nuevos caminos de expresión y validación en el testimonio de sus seguidores. ¿Cuál ha sido nuestra experiencia y alerta vital a este respecto?
El V Encuentro partió con una reflexión de Rafael Ojeda sobre lo que ha sido su encuentro con el otro, que piensa o siente distinto, a lo largo de su vida. Desde su propia realidad familiar extremadamente conservadora, Rafael se planteó de igual forma frente al mundo, hasta vivir siendo muy joven la experiencia de visitar un campamento de población y líderes de extrema izquierda. Rafael recuerda impresionado aquel dirigente que en lugar de intentar cambiar sus ideas, lo felicitó por tener ideales (aunque radicalmente opuestos a los suyos) y lo invitó a conocer la realidad de las familias que vivían en ese campamento. Aquella experiencia enseñó a Rafael el valor de abrirse a la riqueza de los demás, y lo indujo a iniciar su propio proceso de apertura y entendimiento del “otro”. Tal enseñanza se profundizó años después cuando siendo estudiante de arte, Rafael tuvo que trabajar con profesores y compañeros con el estigma de ser homosexuales, con los cuales sin embargo fortaleció su propio sentido de la tolerancia y de la fecundidad de la aceptación y el respeto por la diversidad de aquellos otros, tan hijos y tan amados de Dios como todos.
Mas tarde el Encuentro continuó con un panel en que participaron los invitados Roberto Ramos ingeniero agrónomo y pequeño empresario del sector agrícola y Jorge Galaz profesor de historia y experto en temas curriculares (un tercer invitado se excusó por problemas de salud). Se esperaba profundizar el debate sobre los desafíos del dialogo con el mundo, en particular con los no creyentes. Se plantearon al panel cinco preguntas cuya intención era más bien para ordenar la discusión, mas no limitarla:
i) ¿Cuál es tu perspectiva frente a la fe cristiana? ¿Qué significa para ti ser creyente, o no creyente?
ii) Desde tu perspectiva respecto de la fe ¿Cuáles son los grandes desafíos éticos (o morales) que enfrenta la sociedad chilena (latinoamericana) hoy día?
iii) Desde su perspectiva particular, ¿Cuáles son los elementos o cuestionamientos que más le molestan o incomodan para dialogar y construir en común con los que no creen o piensan como usted? ¿Y con los que si creen o piensan como usted?
iv) Hablemos de su trabajo y su tareas del día a día ¿Cuál ha sido su experiencia trabajando y elaborando con aquellos que no creen en lo que usted cree? ¿Cuán importante ha sido la hipótesis de Dios (o de su ausencia) en su relación con los otros con que elabora su trabajo y sus proyectos de trabajo?
v) Independiente de sus creencias ¿Cuál ha sido para usted la importancia de la elección de Francisco como Papa, en términos de dialogo con aquellos que no creen? ¿Cómo cree que cambiara la relación de la Iglesia con el mundo a partir del mensaje de Francisco?
Los dos panelistas respondieron estas interrogantes desde sus respectivas experiencias de vida, muy distintas en sus orígenes y desarrollo, pero muy similares en cuanto a su aproximación a los grandes desafíos que enfrenta el dialogo y las posibilidades de construir una patria común para todos. Aunque faltó la perspectiva de un panelista agnóstico (el invitado ausente debía presentar esa posición) los relatos de los panelistas presente (ambos creyentes) fueron extraordinariamente ricos en contenido y vitalidad.
A partir de la primera pregunta, que mas bien fue una explicitación de posiciones, para que la audiencia entendiera la perspectiva de cada panelista frente a la fe, su experiencia particular con ella y su relevancia frente a las definiciones éticas (o morales) planteadas en la vida, se trataba de identificar las grandes cuestiones que deben enfrentarse y resolverse para construir un futuro común, en una sociedad crecientemente marcada por la exclusión a todo nivel (social, económico, cultural, educacional, espiritual)… pero al mismo tiempo por el despertar de nuevas diversidades (étnica, cultural, generacional, identidad sexual, etc.) que no solo han “salido del ropero”, sino que reclaman respeto por su identidad y valores propios. Luego, los expositores revisaron algunas de las restricciones que impiden el dialogo fecundo con los que se basan en distintos fundamentos para sus accionar personal y social… pero también se discutieron iguales restricciones con aquellos cuyas creencias son comunes con la nuestras. En el mundo laboral se pregunta además cuán importante han sido las creencias de los panelistas y las de sus colaboradores, superiores y subalternos, en la forja de sus proyectos de trabajo, y en definición y alcances de estos objetivos. Las diferencias ¿son importantes, perceptibles o irrelevantes?
Finalmente, ambos panelistas coincidieron en la gran importancia que la elección del Papa Francisco, su acciones y mensajes han tenido en el re-lanzamiento del dialogo de la Iglesia con el mundo y con sus diversidades de todo orden. Todavía impresiona la forma en que Francisco ha ido derribando las barreras que divorcian al pastor de las ovejas. Atrás quedaron las capas de armiño, los zapatos rojos, la pompa y los autos y las habitaciones de lujo que tanto hicieron por nublar el Evangelio a los ojos de los humildes.
Terminada la exposición de los panelistas se abrió un muy rico debate con todos los participantes del V Encuentro, en que se revisaron, se pusieron sobre la mesa, se discutieron, los hechos y antecedentes que a juicio de los asistentes impiden la fecundidad del dialogo con el mundo. Entre otros, la falta de tolerancia con el derecho a pensar, a sentir distinto y el no menor derecho a equivocarse. Al mismo tiempo se propusieron caminos y proyectos, cambios de actitud para abrir las puertas a la nueva relación de la Iglesia y de los creyentes con el mundo de los que creen en otros fundamentos, tal como lo propone y lo pide Francisco. Durante casi 2 horas los participantes del V Encuentro intercambiaron ideas, vivencias, experiencias y esperanzas respecto a lo que puede ser una nueva relación de la Iglesia con el mundo, fundada sobre el dialogo tolerante y respetuoso con el “otro” y sus diversidades.
En definitiva, el dialogo de la Iglesia y de los creyentes con el mundo, con los que creen, piensan y sienten distinto, es una necesidad imperiosa en un tiempo donde ya no es aceptable dogmatismo alguno ni imposición moral ni de otro tipo. Dicho dialogo debe anunciar un nuevo paradigma de la Iglesia de las nuevas playas: el escenario de encuentro en que “nosotros” y los “otros” escuchamos las voces de Dios en todos y en cada uno.
Francisco lo entendía así, desde siempre: “El ejercicio del diálogo es la vía mas humana de comunicación. Y hay que instaurar en todos los ámbitos un espacio de diálogo serio, contundente, no meramente formal o distractivo. Intercambio que destruye prejuicios y construye, en función de la búsqueda común, del compartir, y que conlleva intentar la interacción de voluntades en pro del trabajo en común o de un proyecto compartido. No resignemos nuestras ideas, utopías, propiedades ni derechos, sino renunciemos solamente a la pretensión de que sean únicos o absolutos”. (Cardenal J.M. Bergolio, 2007).
Y ya como Papa, Francisco llama una y otra vez al dialogo honesto para involucrarse y abordar sin elusiones los grandes temas y las grandes tragedias de nuestro tiempo. El dialogo como el gran instrumento pastoral de la Iglesia de las nuevas playas. Por ejemplo, frente a los conflictos que se multiplican en estos días, la voz de Francisco es nítida e inequívoca: "Está claro que los hombres y mujeres de buena voluntad no podemos permanecer pasivos ante tanto sufrimiento y tantas masacres sin sentido" “La guerra nunca es necesaria ni inevitable. Siempre hay una solución: la vía del diálogo, del encuentro y de la búsqueda de la verdad" (mensaje al Encuentro interreligioso por la Paz, Italia, Septiembre 2014)
Bellavista, Septiembre de 2014
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